Reseña | Industrias culturales: máquina de deseos en el mundo contemporáneo

El libro es el resultado de las ponencias presentadas en el seminario “Industrias culturales: máquina de deseos en el mundo contemporáneo” donde se encuentran 18 trabajos agrupados en 6 capítulos que se aventuran por 3 avenidas distintas. La primera –sin duda la más recorrida– es la crítica a los infames niveles de degradación humana a los que puede llegar la «cultura show». La segunda es la observación de la significativa vigencia de una producción simbólica no mercantilizada, especialmente en el mundo popular. Y la tercera es la consideración de la incipiente rebelión en la cultura que se produce como mercancía.


La obra es bien justificada puesto que, en la época contemporánea, es de notar que el sujeto no se forma ni exclusivamente en la familia ni en el colegio sino, fundamentalmente, viendo televisión, escuchando música, leyendo revistas y periódicos; se forma a partir de las imágenes de la publicidad y de los estereotipos cinematográficos, etc. Por ello en el texto se apunta que las industrias culturales definen buena parte del significado colectivo y pueden entenderse como las máquinas ideológicas encargadas de producir deseos acordes con el espacio significativo de valorización del capital.

El lector asume que el libro tiene como propósito analizar algunas de estas formas de producción narrativa bajo el epígrafe «la cultura como mercancía» es decir, se busca analizar los productos culturales ya no como «obras de arte» o como quehacer de «grandes autores», sino como simbolizaciones devenidas en cosas que encubren que su valor existe únicamente como producto social. Se opta por entender a las «industrias culturales» como dispositivos de producción de subjetividades y como agentes centrales en la reproducción social.

Bajo sugerentes rótulos en los capítulos se insinúa que el «goce» es el comando orientador vigente en la subjetividad contemporánea, es el escape inmediato en un mundo que sufre de males psíquicos inéditos que tienen que ver con el stress, el rendimiento, el éxito y el vacío que empuja al sujeto a buscar un refugio narcisista donde el «yo» y «mi éxito» es más importante que el resto. Todo esto parece ser parte de una cultura individualista, desprovista de solidaridad y esperanza, pero que no es trágica, sino cool, donde se multiplica el consumo porque la regla es pasarla bien.

A partir de esa idea en el libro se analiza a la telenovela y su rol en la formación de una identidad, de sobremanera en Latinoamérica que es considerada no sólo una región geográfica, sino un área culturalmente construida, donde lo audiovisual predomina y donde cada vez hay menos espacio, por ejemplo, para un cine hecho en el Perú desde sus matrices culturales porque el entretenimiento –casi siempre estadounidense– encamina a los cineastas hacia un cine quizá no único, pero sí ampliamente estandarizado arrinconando a los cines singulares a un estrecho espacio entre el mainstream hollywoodense y la telenovela estándar donde lo divertido y lo fugaz priman, sin caer en complicaciones y en la estética de lo sublime.

Dentro de los temas que se aborda en el libro, se incluye el análisis de los telenoticieros y la prensa chicha que constituyen el bastión del sensacionalismo porque hacen de la información una fuente de entretenimiento, distorsionan, manipulan la representación de la realidad en función de complacer las demandas de un público cada vez más «acrítico» y ávido de obscenidad. Sin embargo, otros análisis como el de los jóvenes usuarios de Internet, el sistema «pirata» de fotocopias en los campus universitarios, así como los oyentes de música folclórica y los espectadores de películas hindúes, plantean un re-visión de esta mirada pesimista al receptor, que no por ello deja de ser realista.

El libro trata entonces de dar cuenta cómo se consolidan los imaginarios sociales desde productos sociales específicos, el turismo es otro buen ejemplo de cómo se construye una identidad a partir de historias y vestigios que necesariamente no están correlacionados con los valores e identidades culturales de una nación, en todo caso implica un proceso de «disneyficación» del pasado listo para ser comercializado. En el texto se sostiene que las industrias culturales son las encargadas producir la «educación sentimental» donde se moldean los valores e ideologías sociales, y donde la publicidad (incluso la «anti-publicidad») es una herramienta indispensable.

De fondo, y sin restar méritos, los autores del libro más allá de retratar las industrias culturales en Latinoamérica, reducen el Perú a Lima, olvidando en casi todos los análisis lo pluri-singular que es el país y (algunos) utilizando ambiciosos títulos en sus trabajos como “la construcción del cine peruano” que por su análisis mejor podría llamarse “la construcción del cine limeño”. Sin embargo, la amplitud con que se abordan los temas como el análisis de la representación de la identidad latina en Ugly Betty o la identidad en comerciales de la televisión chilena, podría constituir para algunos lectores el principal punto débil de la obra y para otros todo lo contrario.

De forma, el título del libro es acertado, su prólogo es preciso y sus contenidos en forma de diálogos son significativos, de buena dicción, de fácil lectura y a momentos de espesa información, el libro va dirigido (por su estilo) a una audiencia especial así como el seminario en el que fue concebido. Las limitaciones giran en torno –para el gusto de muchos lectores– a su pobre evidencia foto-gráfica que hubiera sumado al análisis, por ejemplo, en los capítulos sobre el arte e industrias del entretener, la invención turística en el Perú y la construcción del deseo en el discurso publicitario. En conclusión, y de modo global, los análisis de Adriana Arista, Christian Bernal, Guillermo Cortés, Marita Hamann, Alexandra Hibbett, Santiago López, Félix Lossio, Nelson Manrique, Gabriela Núñez, Tilsa Ponce, Gonzalo Portocarrero, Javier Protzel, María Quiroz, Rocío Silva, Antonio Stecher, Juan Ubilluz, Marcel Velázquez y Víctor Vich constituyen un aporte valioso para el debate sobre las industrias culturales como máquinas de deseos en el mundo contemporáneo, un esfuerzo plausible por comprender de manera panorámica la producción de lo simbólico en forma de mercancía.

Industrias culturales: máquina de deseos en el mundo contemporáneo. Ed. Santiago López Maguiña. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2007.

Andrinik Huaytalla Ramos
Email | Facebook | Twitter


Asociación de Comunicadores Escolares del Sur Peruano
ACESP-ONGD

0 comentarios:

¡Valoramos tu comentario! Gracias.

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.