Definitivamente vivimos otros tiempos donde el avance tecnológico es incesante y la resistencia al cambio en la cultura Latinoamérica muy preocupante, de sobremanera en los países catalogados como de tercer mundo. En ese entender desde mi perspectiva como edu-comunicador se configura un escenario bidimensional; uno donde se encuentran los “nativos digitales” considerados así a los que nacieron cuando ya existía la tecnología digital, y otra dimensión donde podemos ubicar a los “analfabetos digitales” que son aquellas personas con niveles de desconocimiento de las nuevas tecnologías que les impide interactuar con éstas.


En ese panorama observo serios problemas dentro de las escuelas (particularmente peruanas) donde deduzco que una gran mayoría de padres de familia se encuentran en la dimensión de los “analfabetos digitales”, muy alejados de un nuevo espacio de interacción que practican probablemente sus hijos a través de la computadora, el internet y las redes sociales. Ahora surgen muchas preguntas desde ambas dimensiones y puedo poner algunos ejemplos concretos sobre el tema de las redes sociales, los populares “facebook” y “twitter”.

Dimensión Hijos

¿Por qué he creado una cuenta en facebook y/o twitter? ¿Soy consciente de la información (texto, audio, imagen, video) que comparto en las redes sociales? ¿Quién me ha enseñado a sacarle el máximo provecho a las redes sociales? ¿Me ayudan en mi labor de estudiante? ¿Comprendo el peligro que representa dar detalles de mi vida privada y familiar?

Dimensión Padres
¿Verdaderamente sé si mi menor hijo(a) tiene una cuenta en facebook y/o twitter? ¿Sé cuál es la utilidad que le da? ¿Conozco cómo funcionan estos servicios? ¿Sé sobre las ventajas reales de estos servicios? ¿Estoy informado sobre el potencial peligro que representa?

Podríamos continuar con más preguntas desde ambas dimensiones dándonos cuenta y aseverando que una gran mayoría de padres se encuentran “desconectados” de la vida digital de sus hijos y estos últimos – en el caso peruano – no precisamente utilizan el facebook, twitter, metroflog, hi5, y en general las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para un propósito educativo que sería ideal, sino todo lo contario. Sé además que la mayoría de las “comerciales” redes sociales no fueron creadas para fines educativos. Sin embargo, es una realidad que nuestros niños y adolescentes SIN SUPERVISIÓN están “experimentando” de acuerdo a sus características, y en desarrollo en un espacio virtual para ellos propiamente DESCONOCIDO que en analogía reemplaza a un cuarto o una calle oscura. La pregunta es: ¿qué tan bueno es esto? o ¿qué de bueno tiene esto?

 

Antes de escribir este artículo conversaba el tema con un padre de familia y me hizo una pregunta que considero pertinente: ¿Y por qué no trabajan los profesores(as) de mi hijo(a) estos temas en clase? Yo le respondí con cierta pena: “Es obvia la respuesta, en nuestro sistema educativo tenemos a más profesores que aún son analfabetos digitales”. A lo que el padre de familia comentó: “si la mayoría de profesores y padres no sabemos, no orientamos y menos supervisamos lo que hacen nuestros hijos en internet, entonces ¿quién lo hará?”

Al final de la conversación con el padre de una de mis alumnas, él se decidió y comprometió a estudiar el Manual de Facebook para Padres que recomiendo, el mismo que lo puede descargar gratuitamente haciendo CLIC AQUÍ gracias a los directivos de ConnectSafely.org, organización que se ocupa de la seguridad en Internet.

Jacqueline Sánchez Carrero nos amplía la información de la guía en su blog TELEKIDS: “Es una guía muy completa con un enfoque no solo informativo sino también de orientación para los adultos a cargos de niños o adolescentes. Ofrece claves para monitorear la actividad de los chicos en Facebook, cómo mejorar la privacidad, la reputación y la seguridad online, la forma de configurar la red social para preservar la protección a los menores, entre otros muchos aspectos”.