Reseña | El poder mediático


El libro es el resultado del conversatorio sobre el poder mediático en el Perú que se realizó en el Centro Cultural de San Marcos con la participación de especialistas en el campo de la comunicación social, principalmente en el periodismo y las nuevas tecnologías como: César Hildebrandt, Héctor Béjar, César Lévano, Juan Gargurevich, Winston Orrillo, Alberto Adrianzén y Gorki Tapia, quienes pretenden poner al descubierto a los nuevos dueños de los medios de comunicación en el Perú, revelar cómo se concentra el poder, cuál es la diferencia entre un grupo de poder económico y un grupo de presión política, cuál es el significado de la libertad de expresión y de información, y sobre todo, cómo se mueven los hilos de la manipulación en los medios.

Héctor Béjar en su disertación sobre el poder mediático y la manipulación ideológica sostiene que los medios dejaron de ser hace mucho tiempo vehículos de propagación de ideas, es decir, no cumplen un rol ideológico; aunque rigurosamente no se puede afirmar lo contrario, lo claro es que la ideología es una invención parcial o total del «mundo real» donde los medios cumplen el rol de convertir las ideas del grupo dominante en sentido común para ejercer su control sobre la sociedad. Y ¿cuál es la ideología del grupo dominante? ¿quiénes son sus enemigos? ¿de ahí que los medios se convierten en los mastines del poder? Sin duda son preguntas que necesitan una re-visión para que los medios vuelvan a ser controlados por la sociedad y no por los grupos de poder.

De manera parecida, Alberto Adrianzén cree que el problema fundamental en el país es la ausencia de una labor de fiscalización y de control ciudadano sobre los medios de comunicación, como se da en otros países. Hoy se habla mucho de libertad de prensa, pero se habla menos del derecho que tiene la gente de estar informada, tanto que, los medios y periodistas —no todos obviamente— manipulan (omiten información), «maquillan» y mienten de manera encubierta bajo el rótulo de libertad de prensa que no es lo mismo que libertad de empresa. Entonces, se convierte en una tarea ciudadana el hacer una lectura reflexiva de los medios para darse cuenta qué cosa buscan mediante sus campañas mediáticas.

César Hildebrandt es gráfico al explicar que cada día hay más periodistas que están convencidos de que su papel es informar. Dice: “Ellos creen que informan. No tienen la menor idea de lo que están haciendo. Ellos informan lo que su jefe de redacción quiere que informen, y el jefe de redacción informa lo que el director decide que se informe, y el director tiene un teléfono rojo con el presidente del directorio, que, a su vez, tiene dos teléfonos rojos con los que ponen el billetón, y los que ponen el billetón obedecen a un directorio fantasma en Islas Bermudas (…) todo es un tejido universal de poder, y, claro, si uno no cuestiona nada de eso se convierte en parte de eso, y ese es, digamos, el gran sueño del sistema”.

Todo indica que en la prensa hay una nueva definición sobre noticiabilidad que se aplica descaradamente, noticia es aquello que el dueño cree que es noticia, es decir, aquello que el propietario cree que es noticia. En su ponencia Juan Gargurevich hace un repaso histórico sobre las cadenas de diarios en el Perú desde Correo (1962) del entonces empresario pesquero Luis Banchero Rossi hasta el poderoso Grupo El Comercio de Los Miró Quesada que hace poco levantó polvareda al comprarse no sólo Correo sino a todos los diarios de EPENSA (Correo, Ojo, Ajá, etc.). Entonces sería bueno plantear la pregunta de Noam Chomsky ¿dónde terminan los derechos de las corporaciones? De hecho, la pregunta ya suena subversiva en algunos países.

A propósito de Luis Banchero, Winston Orrillo en su ponencia nos recuerda que cuando el empresario se hizo muy rico con el negocio de la pesca, se dio cuenta, al mismo tiempo, que necesitaba el uso de medios para conseguir más poder, es así como fundó Correo, a nivel nacional: toda una cadena periodística. ¿Y fundó ésta por su profundo amor, por su vocación de diálogo comunicativo entre los peruanos? No. Lo hizo para defender sus intereses. Pues de inmediato constituyó la llamada Célula Parlamentaria Pesquera, con los parlamentarios que había auspiciado desde su cadena periodística. Los que le devolvieron favores con numerosas leyes que exoneraron de impuestos a la pesca. ¡Buen negocio!

Si los medios de comunicación y la prensa constituyen el cuarto poder ¿quiénes son el quinto? ¿quiénes fiscalizan a los medios? Gorki Tapia en su disertación sigue la línea de análisis de Ignacio Ramonet quien piensa que hay que apostar por una prensa independiente, alternativa, que él llama el quinto poder, porque el cuarto poder es incorregible al punto que está imbricado con el poder político y económico. Sin embargo la visión de Ramonet va mucho más allá, él considera que hoy las sociedades democráticas necesitan un activismo social que cuestione el funcionamiento de los medios, los ciudadanos tienen que apoderarse de la crítica para construir una especie de contrapoder a los medios en la medida que estos no están cumpliendo su papel.

Finalmente César Lévano, ensaya una reflexión sobre la crisis de valores en la comunicación social a partir de su experiencia como hombre de prensa y resumida brillantemente en el pentálogo que el alemán Michael Abend propuso en un seminario de científicos y profesionales de la comunicación. Él lo llamó Ética de la Profesión. Dice así:

1. No debes mentir
2. No debes callar ni exagerar
3. No debes aburrir
4. No debes ser complaciente ni sumiso
5. No debes ser acomodaticio

Sin duda alguna, el libro es un aporte valioso para el debate sobre el poder de los medios de comunicación en el Perú, un esfuerzo plausible por «desnarcotizar» del Cuarto Poder a los lectores. Los ciudadanos, por su parte, deben tener una mayor necesidad de desalinearse, deben tomar conciencia sobre cómo le hacen el juego al sistema con su pasividad, con su indiferencia, con su desprecio por lo serio, porque ¡claro?, —y sin el ánimo de generalizar— es más entretenido confesar si eres fan de las «cobras» o de los «leones» de «Esto Es Guerra» a conversar sobre un tema serio, eso aburre, las complejidades aburren, pensar fatiga, cuestionar amenaza, que vuelva de una vez Magaly a la televisión. Entonces, cuidado, crear conciencia es trabajar rebeldía.

¿Qué alternativa nos queda? Sólo pelear, primero por internet y después por la prensa alternativa. La sociedad y sus ciudadanos no deben renunciar a su derecho de fiscalizar los medios de comunicación. César Hildebrandt no tiene la menor duda que llegando al filo del abismo, la humanidad va a regresar. Tiene la confianza de que, asomándose al abismo —ya estamos cerca— la humanidad va a reaccionar como humanidad. En la película The Fifth Estate de Bill Condon sobre el fundador y editor de WikiLeaks, Julian Assange, se dice que si quieres la verdad, debes buscarla tú mismo. A eso es a lo que le temen, a ti. Tú eres el quinto poder. El poder ciudadano.

Poder Mediático. Béjar, Adrianzén, Hildebrandt, Gargurevich, Tapia, Orrillo y Lévano: Fondo Editorial de la Universidad de Ciencias y Humanidades, 2008. 144 páginas.

Andrinik Huaytalla Ramos
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Asociación de Comunicadores Escolares del Sur Peruano
ACESP-ONGD

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