Eusebia, la maravillosa niña que salva a su colegio
Escrito por Melissa Mendoza
Eusebia es una niña de nueve años y, como todos los niños de su edad, va al colegio llevando en su mochila cuadernos y su lonchera. Sin embargo, su rutina es distinta a la de los demás porque tiene que caminar aproximadamente tres horas para llegar a su colegio, en la comunidad de Macha K’asa, en Torotoro, Potosí (Bolivia).
Gracias al empeño que muestra por ir a estudiar, evitó el cierre de la única aula que existía en toda la comunidad: La escuela “Macha”.
¿Pero como logró esto?
Como Eusebia era la única alumna que estaba inscrita, decidió llevar a su primo Róger de cuatro años para no sentirse sola. Ambos niños hablan quechua y están aprendiendo castellano.
En febrero, el consejo del núcleo educativo decidió cerrar la escuela porque no tenía alumnos y ningún profesor quería enseñar ahí por estar ubicado en un lugar muy alejado.
Aquí no llegan vehículos y el pueblo más cercano esta a 3 horas de camino. Sin embargo, Edmundo Jachacata, dirigente de la comunidad; el joven profesor, Eduardo Ticona y el subalcalde del distrito, Emilio Aduviri se opusieron al cierre diciendo que Eusebia estudiaba en esa escuela.
Motivado por la actitud de Eusebia y sus ganas de seguir estudiando, el profesor fue casa por casa para convencer a los pobladores de enviar a sus hijos a estudiar. Gracias a este esfuerzo, ahora existen 9 alumnos inscritos y el cierre fue suspendido.
Gracias al Ministerio de Educación, ahora los colegios que están en las zonas alejadas o de frontera no podrán ser cerrados por falta de alumnos. De esta manera, más niños como Eusebia podrán estudiar.
Ahora, el profesor Ticona está a cargo del grupo y están aprendiendo tanto en quechua como en castellano. “Lo bonito es que aunque viven lejos siempre llegan puntuales, pero lo más triste es que estos niños tienen que caminar tres, cuatro o cinco horas más que yo”, resalta.
Estos niños no sólo se enfrentan al largo camino para llegar a estudiar, ya que también hay víboras de cascabel, pumas y gatos de monte. Por eso entran a las 10 a.m. y salen a las 4 p.m. de lunes a viernes, para llegar a su casa antes que anochezca.
Así como Eusebia, hay muchos niños en pueblos alejados que quieren estudiar y salir adelante sin importar las distancias.
Esperamos que nuestro gobierno imite esta iniciativa del país hermano de Bolivia y les dé una oportunidad a estos niños ejemplares y se preocupe para que la educación llegue a todos los rincones de nuestro país.
Fuente: NAPA
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