Para la periodista Patricia del Río, la difusión de noticias sobre feminicidio en los medios contribuye a que se visibilice el problema. Sin embargo los medios deben ir más allá del morbo, aprovechar la oportunidad para brindar soluciones, tratar el tema con especialistas, profundizar respecto al tema.

El Día Internacional de la Mujer es motivo para reconocer los roles que desempeña la mujer en los diversos ámbitos sociales. Los medios de comunicación son uno de éstos, en los que se retrata a la mujer en su cotidianeidad.

Nuestros amigos de CONCORTV conversaron con la reconocida periodista Patricia del Río sobre el papel que desempeñan las mujeres en los medios de comunicación en la actualidad, de cómo los medios refuerzan prejuicios y estereotipos, y sobre cómo los medios abordan problemáticas como el feminicidio.

¿Cómo percibes la imagen de la mujer en los medios de comunicación?

Yo creo que hay una dualidad actualmente. Tenemos una TV que presenta una imagen de la mujer que se ajusta un poco al respeto que tiene la sociedad por ella. Pero tenemos una que no, y eso es debido a que el concepto de mujer no reúne a un conjunto de personas homogéneas. Hay mujeres que tenemos la suerte de estudiar, ser independientes, pero también hay mujeres que no lo son. Creo que al final, el problema no es qué está mostrando la televisión, sino más bien por qué tiene la necesidad de mostrar a la mujer como un accesorio, a la mujer como un elemento casi decorativo y utilitario en la vida del hombre.

¿Y cuáles son tus reflexiones acerca de la forma como se trata casos de feminicidio y violencia contra la mujer en los medios?

El feminicidio y la violencia tienen su lado A y B. Gracias a que la noticia se exhibe en los medios, estas situaciones empiezan a percibirse como un problema. Yo siempre he insistido, no siempre con éxito, en que si vas a mostrar estas noticias, por lo menos darle un enfoque distinto. No quedarse en el morbo. Aprovechar esa información para hacer recordar a las mujeres donde acudir en caso sean víctimas de violencia. Invitar a un especialista que opine al respecto. Así lograríamos muchos cambios. Si la televisión logra darnos ese plus de mostrar la noticia y profundizar un poco más, empezaríamos a evolucionar.

¿Actualmente, las mujeres líderes de opinión tienen un espacio de reconocimiento como mujeres, un espacio especial?

El concepto de líder de opinión es un término que no me agrada. Yo creo que todas las personas tenemos opinión. La opinión es una herramienta que a uno le sirve como información para contrastar con sus propias opiniones. A mí cuando me reclaman que yo hago que la gente se comporte de diferente manera con lo que escribo o comento me molesta. Yo expreso mi opinión para que la persona enriquezca la suya o simplemente la pase por alto. Ahora, cuando las mujeres tenemos algo que decir y lo decimos no nos pueden dejar de mirar desde la perspectiva de que somos mujeres. Eso es agotador. 

Es decir, continúan los prejuicios. ¿La voz del hombre, entonces, sigue siendo autoridad?

La voz del hombre sigue siendo neutra. Es decir, el hombre habla y nadie se está preguntando si es hombre o no. En el caso de la mujer el problema es que “es una mujer”. En el fondo siempre existe este pensamiento cuando nosotras vertimos una opinión: “lo debe haber dicho tan molesta porque está con la regla, o le preocupa el tema de la violencia porque la han golpeado”.

Campañas en contra a la violencia hacia la mujer tales como "Un billón de pie" y "Cartas de mujeres" que se han realizado recientemente en el Perú ¿crees que generan un cambio en la mentalidad de las personas?

Yo creo que sí, y no solo porque la gente baile o no baile, que creo que es al final hasta opcional. De pronto las personas han empezado a entender que la violencia a la mujer es un problema social. Me parece muy bueno que las personas se hayan dado cuenta de eso. Con la primera columna que escribí sobre el acoso callejero a las mujeres, por ejemplo, yo misma me impresioné de la cantidad de mujeres que cayó en cuenta que este problema existía y que estaba mal. Las mujeres veníamos padeciendo este problema por mucho tiempo. Lo peor es que las primeras personas que nos habíamos acostumbrado éramos nosotras. Hasta que dije "basta, no es gracioso que te metan la mano”. En ese sentido, en estos años hay una toma de conciencia que las únicas que podemos decir “oye, no es bonito que te metan la mano” somos nosotras. Cuando fui con mi hijo a la campaña de "Un billón de pie", sentí que invertimos los roles y que algo se está quedando en la cabeza de las personas, que es lo importante, que hay mujeres que sufren y no deben ser maltratadas.

¿Cuál es la imagen de la mujer que más admiras?

Yo admiro a las mujeres en general, con sus particularidades y sus dificultades. Me genera la misma admiración esa madre absolutamente conservadora, que quiere ser ama de casa y no tiene más opciones en la vida pero que, sin embargo, lucha para que sus hijos sean buenas personas, y se saca el ancho para que su familia esté bien. Y me va a generar el mismo respeto que hacia las mujeres que a veces se tienen que alejar de su vida familiar para sacar adelante ideales sociales y proyectos más grandes que su propia familia. Si me preguntas por la mujer ideal, para mí es la mujer que hace lo que quiere hacer, porque le da la gana. Ya sea bordar en su casa o ser presidenta del Perú. Y que nadie asuma que tiene que hacer una cosa o la otra en virtud del sexo que tiene. Es terrible reclamarle a la mujer que se quede en su casa siempre, como pedirle que asuma un rol social. Dejémosla ser. Que sean felices y que escojan tranquilamente.

Por César Pérez y Miriam Larco | CONCORTV