Porque vivimos en un mundo donde el conocimiento está mediatizado, casi todo lo que conocemos del mundo nos llega a través de los medios de comunicación y se reconoce cada vez más su importancia. Actualmente se ha llegado al punto en que la tecnología y los medios dominan nuestra vida diaria.

Entonces, es evidente que una persona —sobre todo en el siglo XXI— pueda vivir al margen de la cultura mediática. No es posible alejarse del hecho de vivir “bombardeados” de mensajes en una sociedad donde los medios abundan y que constantemente adoptan nuevas tecnologías que hacen que los procesos de comunicación cada vez se reinventen. En resumen, las características de los medios de comunicación, entre las que destacan su presencia, accesibilidad e inmediatez, hacen que formen parte importante en nuestra vida diaria, de sobremanera en los denominados “nativos digitales”, niños y adolescentes que viven un mundo mediático por el tiempo que están “conectados” y en estado “ON” a los medios y como se relacionan con ellos.

Para una mejor idea revisemos la última encuesta realizada por el Consejo Consultivo de Radio y Televisión a niños y adolescentes sobre la radio y televisión peruana 2012.

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Encuesta por Ciudades | DESCARGAR

Encuesta por Edades y NSE | DESCARGAR

Los resultados revelan que un niño en el Perú pasa un promedio de tres horas y media frente al televisor diariamente (1277 horas al año) y 1100 horas en la escuela. En otras palabras, un niño en Perú pasa 177 horas más frente al televisor que en compañía de su profesor en clase. Al respecto, reflexionaba nuestro compatriota y premio nobel, Mario Vargas Llosa, sobre la televisión: Puede gustarnos o no gustarnos, pero es un hecho que, literaria o científica, la cultura que llega a más gente en todo el mundo, desplazando a las otras, es aquella hecha, o rehecha a su medida, por la industria audiovisual, aquella que ha reemplazado el púlpito, el aula y el libro por la pantalla del televisor. En pocas palabras, la cultura mediática llegó para quedarse y por ello, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes necesitan convertirse en personas sabias y pensantes en lo que a comprensión de medios se refiere.

Bibliografía