¿Hacia dónde apunta la educación mediática?
Durante el inicio del siglo XXI, la digitalización y la expansión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), modificaron sustancialmente los medios y la relación del usuario con la información, lo que lógicamente ha dado lugar a nuevos enfoques de la educación mediática. Ya no se trata de educar a las personas sólo como receptores de prensa, radio y televisión, sino de capacitarlos para un uso crítico de las TIC (Internet, redes sociales, videojuegos, dispositivos móviles, pantallas digitales interactivas, comunidades virtuales, etc.)
Antes era absurdo pensar que la creación de un niño y/o adolescente pueda ser transmitido más allá de una práctica escolar; ahora el desarrollo tecnológico ha dado lugar a dos hechos decisivos: 1) El fácil acceso a las tecnologías de producción de contenidos audiovisuales y multimedia, por una parte, y 2) la evolución de Internet hacia una red donde la mayor parte de sus contenidos han sido creados por los usuarios. El potencial de los nuevos medios nos permite pensar en el ideal alcanzable de “emisor-receptor” o “emirec” que según Cloutier se define como el ciudadano que se comporta como creador y receptor de información multimedia. Los cambios en la tecnología han posibilitado un nuevo tipo de ciudadanía “participativa”; ahora los ciudadanos bloguean, postean, tuitean, publican, principalmente para crear e interactuar con otros.
Los gobiernos democráticos requieren de ciudadanos informados y libres para expresar opiniones. A menudo, los ciudadanos están más en posición de consumidores de noticias e información que expresando sus necesidades y puntos de vista como participantes activos. Hoy más que nunca las TIC están contribuyendo a construir un nuevo espacio de participación, un lugar en el que especialmente los niños y adolescentes pueden y deben de empoderarse.
En esa perspectiva, hoy necesitamos educar a todas las personas, especialmente a los niños y adolescentes, en la lectura —y producción— de medios de comunicación porque son un “trama” por descifrar, sus mensajes tienen códigos que se deben decodificar, por ello se necesita de ciudadanos alfabetizados en medios, conscientes y críticos; estudiantes observadores, curiosos, en una actitud de búsqueda, de intercambio de ideas, discusión de temas, —en términos de Paulo Freire— se necesita de una educación para la libertad y no una “educación” para la “domesticación”.
Bibliografía
Gutiérrez Martín, A., & Tyner, K. (2012). Educación para los medios, alfabetización mediática y competencia digital. Revista Científica de Educomunicación: Comunicar N° 38, 31-39.
Gutiérrez Martín, A., Hottman, A., & Hawran, F. (4 de Setiembre de 2011). La educación mediática en el desarrollo de la creatividad, la comunicación intercultural y la ciudadanía crítica. Obtenido de Viducate: http://www.viducate.net
Donato, A., Sager, S., & Moré, L. (2000). Educación Mediática y Resistencia Crítica. Revista de la Universidad Nacional del Nordeste (Argentina), Facultad de Humanidades, Instituto de Letras, 1-14.
Freire, P. (1985). Pedagogía del oprimido (Segunda ed.). (J. Mellado, Trad.) Buenos Aires, México: Siglo XXI.