No se educa para el silencio sino para la comunicación
Walter Paz Quispe Santos
Thomas Gordan (1979) nos señala doce obstáculos de la comunicación clasificados por categorías. Estas clases de mensajes pueden obstaculizar las comunicaciones futuras en las aulas, que reducen, inhiben o detienen por completo el proceso de la comunicación que es tan necesario para ayudar a los educandos a resolver problemas que interfieren en el aprendizaje. Recurramos a un caso peculiar: supongamos que un educando tiene una gran dificultad para terminar con una tarea de reflexión sobre la lengua en el área curricular de Comunicación. De una manera u otra pone en evidencia que tiene un problema; y verdaderamente lo está molestando. A continuación presentamos cinco tipos de respuestas debido a que de una u otra manera todas ofrecen una solución o soluciones al problema del alumno.
1. Orden, dirección y mandato. Ejemplo: “Deja de quejarte y termina tu trabajo”.
2. Advertencia, amenaza. Ejemplo: “Si esperas obtener una buena calificación en esta clase, lo mejor es que participes”
3. Exhortación, sermón, dar “deberías” y “tendrías”. Ejemplo: “Sabes que es tu deber estudiar cuando vienes al colegio. Deberías dejar tus problemas personales en la casa que es donde deben estar”
4. Aconsejar, proporcionar soluciones o sugerencias. Ejemplo: “Lo que debes hacer es planear mejor tu horario de tareas, así podrás hacer todo el trabajo”
5. Conferenciar, enseñar, dar argumentos lógicos. Ejemplo: “Observemos los hechos. Lo mejor es que recuerdes que sólo quedan 35 días de colegio para terminar el curso”
Ahora examine las siguientes tres categorías. Todas comunican un juicio, evaluación o humillación. Muchos educadores creen firmemente que para un educando es útil señalarles sus faltas, errores y comportamientos tontos. Para esto se emplean tres clases de mensajes:
6. Juzgar, criticar, estar en desacuerdo, culpar. Ejemplo: “O simplemente eres un flojo o lento de nacimiento”
7. Poner apodos, ridiculizar, avergonzar. Ejemplo: “Estas actuando como un chiquillo de diez años y no como alguien que está a punto de egresar del colegio”
8. Interpretar, analizar, diagnosticar. Ejemplo: “Sólo estás tratando de zafarte de la tarea”
Otras dos clases de mensajes son intentos de los educadores para hacer que los educandos se sientan mejor, para que el problema desparezca o para negar que verdaderamente tenga un problema:
9. Alabanza, estar de acuerdo, dar evaluaciones positivas. Ejemplo: “Realmente eres un jovencito muy competente. Estoy seguro de que idearas una manera para hacerlo”
10. Tranquilizar, compadecer, consolar, apoyar. Ejemplo: “No eres el único que piensa así, yo también he pensado eso de los cursos difíciles. Además, no te parecerá tan malo cuando te pongas a hacerlo”
El obstáculo que se emplea con más frecuencia es probablemente el de la categoría 11, aun cuando los educadores se dan cuenta de que las preguntas a menudo hacen que las personas se pongan a la defensiva. Además, las preguntas se usan más frecuentemente cuando el maestro piensa que necesita más hechos porque intenta resolver el problema del alumno encontrando su mejor solución, en lugar de ayudar al alumno a resolver el problema por sí mismo.
11. Probar, preguntar, interrogar. Ejemplo: “¿crees que la materia era demasiado difícil?” “¿Cuánto tiempo te llevó hacerlo?” “¿Por qué esperaste tanto tiempo antes de pedir ayuda?” “¿Cuántas horas le dedicaste?”
La categoría doce consiste en mensajes que los educadores emplean para cambiar de tema, distraer al educando o evitar tener que vérselas con el alumno.
12. retirarse, distraer, ser sarcástico, entretener. Ejemplo: “Vamos, hablemos de algo más agradable”, “No es este el momento”, “Volvamos a la lección”, “Parece ser que alguien se levantó hoy con el pie izquierdo”.
En ocasiones el educador debe ser humilde para reconocer sus errores sobre todo si de enseñar a comunicar se trata, o sino como decía Gamaliel Churata, alce sus bártulos y váyase a otra parte que estando lejos al menos no dañará a las futuras generaciones.
Thomas Gordan (1979) nos señala doce obstáculos de la comunicación clasificados por categorías. Estas clases de mensajes pueden obstaculizar las comunicaciones futuras en las aulas, que reducen, inhiben o detienen por completo el proceso de la comunicación que es tan necesario para ayudar a los educandos a resolver problemas que interfieren en el aprendizaje. Recurramos a un caso peculiar: supongamos que un educando tiene una gran dificultad para terminar con una tarea de reflexión sobre la lengua en el área curricular de Comunicación. De una manera u otra pone en evidencia que tiene un problema; y verdaderamente lo está molestando. A continuación presentamos cinco tipos de respuestas debido a que de una u otra manera todas ofrecen una solución o soluciones al problema del alumno.
1. Orden, dirección y mandato. Ejemplo: “Deja de quejarte y termina tu trabajo”.
2. Advertencia, amenaza. Ejemplo: “Si esperas obtener una buena calificación en esta clase, lo mejor es que participes”
3. Exhortación, sermón, dar “deberías” y “tendrías”. Ejemplo: “Sabes que es tu deber estudiar cuando vienes al colegio. Deberías dejar tus problemas personales en la casa que es donde deben estar”
4. Aconsejar, proporcionar soluciones o sugerencias. Ejemplo: “Lo que debes hacer es planear mejor tu horario de tareas, así podrás hacer todo el trabajo”
5. Conferenciar, enseñar, dar argumentos lógicos. Ejemplo: “Observemos los hechos. Lo mejor es que recuerdes que sólo quedan 35 días de colegio para terminar el curso”
Ahora examine las siguientes tres categorías. Todas comunican un juicio, evaluación o humillación. Muchos educadores creen firmemente que para un educando es útil señalarles sus faltas, errores y comportamientos tontos. Para esto se emplean tres clases de mensajes:
6. Juzgar, criticar, estar en desacuerdo, culpar. Ejemplo: “O simplemente eres un flojo o lento de nacimiento”
7. Poner apodos, ridiculizar, avergonzar. Ejemplo: “Estas actuando como un chiquillo de diez años y no como alguien que está a punto de egresar del colegio”
8. Interpretar, analizar, diagnosticar. Ejemplo: “Sólo estás tratando de zafarte de la tarea”
Otras dos clases de mensajes son intentos de los educadores para hacer que los educandos se sientan mejor, para que el problema desparezca o para negar que verdaderamente tenga un problema:
9. Alabanza, estar de acuerdo, dar evaluaciones positivas. Ejemplo: “Realmente eres un jovencito muy competente. Estoy seguro de que idearas una manera para hacerlo”
10. Tranquilizar, compadecer, consolar, apoyar. Ejemplo: “No eres el único que piensa así, yo también he pensado eso de los cursos difíciles. Además, no te parecerá tan malo cuando te pongas a hacerlo”
El obstáculo que se emplea con más frecuencia es probablemente el de la categoría 11, aun cuando los educadores se dan cuenta de que las preguntas a menudo hacen que las personas se pongan a la defensiva. Además, las preguntas se usan más frecuentemente cuando el maestro piensa que necesita más hechos porque intenta resolver el problema del alumno encontrando su mejor solución, en lugar de ayudar al alumno a resolver el problema por sí mismo.
11. Probar, preguntar, interrogar. Ejemplo: “¿crees que la materia era demasiado difícil?” “¿Cuánto tiempo te llevó hacerlo?” “¿Por qué esperaste tanto tiempo antes de pedir ayuda?” “¿Cuántas horas le dedicaste?”
La categoría doce consiste en mensajes que los educadores emplean para cambiar de tema, distraer al educando o evitar tener que vérselas con el alumno.
12. retirarse, distraer, ser sarcástico, entretener. Ejemplo: “Vamos, hablemos de algo más agradable”, “No es este el momento”, “Volvamos a la lección”, “Parece ser que alguien se levantó hoy con el pie izquierdo”.
En ocasiones el educador debe ser humilde para reconocer sus errores sobre todo si de enseñar a comunicar se trata, o sino como decía Gamaliel Churata, alce sus bártulos y váyase a otra parte que estando lejos al menos no dañará a las futuras generaciones.
Fuente: http://wpqsdossier.blogspot.com
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