Héroes de la escuela | Ojos Verdes

¿Te preocupa el medio ambiente y quisieras poner tu granito de arena en su conservación? Con el programa de Fiscales Escolares Ambientales podrás ser un agente ambiental dentro y fuera de tu escuela.


Si estás en secundaria y te interesa tu entorno natural, este programa es una gran oportunidad para aprender cómo prevenir su deterioro, conocer cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta el medio ambiente en estos días, e incluso de participar en excursiones, actividades de limpieza, reciclaje y cuidado de tu colegio y ciudad. Este programa, creado en 2008 por el Ministerio Público y Fiscalía de la Nación, tiene actualmente más de 11 mil 200 fiscales en actividad.

Eso sí, el programa tiene condiciones: el alumno debe tener buenas notas, buena conducta y no ser representante de otro programa escolar. En cada colegio pueden existir, a la vez, un máximo de diez fiscales escolares de cualquier grado de secundaria.

¿Qué hace el Fiscal Escolar Ambiental?

"El rol más importante que tienen los fiscales escolares es el de prevención. Como especialistas en materia ambiental, no solo deben dar las pautas a sus compañeros de colegio, sino también a su comunidad, sobre cómo proteger los recursos que tenemos" explica la Dra. Julita Pachas, Fiscal Superior y Coordinadora Nacional del Programa de Fiscales Escolares Ambientales.

Por ello, durante las primeras semanas del programa, los alumnos atienden charlas y talleres en los que se explican y aclaran temas ambientales de todo tipo, desde el calentamiento global hasta el listado de especies de flora y fauna que están protegidas por ley y no pueden comercializarse. "En las charlas preparamos a los chicos en temas de tala ilegal, contaminación, delitos y faltas contra el ambiente, sostenibilidad ambiental, muchos temas. La idea es que los fiscales escolares sepan, por ejemplo, que la contaminación sonora es delito y que pueden presentar una queja al fiscal de su zona" explica la Dra. Pachas.

A lo largo del año se participa además en videoconferencias con especialistas y fiscales ambientales de diferentes puntos del país, e incluso se lleva cursos de oratoria para aprender a explicar con eficiencia los temas ambientales a los alumnos del plantel. La concientización, el "efecto multiplicador" como define la Dra. Julita Pachas, es la principal actividad de este tipo de fiscales. Organizar charlas para los compañeros en horas de tutoría e incentivarlos a no echar sus desperdicios en cualquier punto del plantel o cuidar el agua y áreas verdes del colegio son la actividad base para el fiscal escolar ambiental.

Fuera de las charlas, los fiscales ambientales pueden impulsar sus propios proyectos: incentivar y supervisar programas de reciclaje, hacer ferias ambientales, crear carteles de prevención, mejorar las áreas verdes dentro y fuera del colegio, etc. Eso sí, todo se debe conversar con el director del plantel y el fiscal de la zona encargado de supervisar el programa en el colegio.

El Fiscal Escolar Ambiental también puede tomar acción por situaciones que estén afectando el ambiente en los alrededores de su colegio o en su barrio. "Si un fiscal escolar encontrara una situación que rebasara sus límites y afectara su salud, como, por ejemplo, un tema de contaminación, pueden comunicarlo a la fiscalía más cercana para poder actuar. En la fiscalía se investiga el caso y, si corresponde, se formaliza una denuncia" explica la Dra. Pachas.

El programa en acción

Desde octubre de este año, la I.E. Alfonso Ugarte, en San Isidro, luce flores en su patio de deportes. Mirella Alvarado (16), Rosmery Quesada (15) y Valeria Santander (15), tres de las diez fiscales ambientales de su colegio, animaron a sus compañeros a traer, cada uno, una planta de flor para sembrar al lado del camino que bordea las canchas. "La promoción de este año, junto con los chicos de tercero y cuarto de secundaria, se comprometió a traer plantas. Los chicos han seguido trayendo de vez en cuando plantas para sembrar, ya tenemos casi una fila completa de flores" cuenta Mirella.


Cada quince días el equipo pone en práctica posibles soluciones a problemas que va detectando en su colegio y las charlas para evitar que el plantel esté sucio han sido hasta ahora las más exitosas. "Aquí en el colegio venden chaufa y antes era común que los chicos tiraran los platos en el piso, parecía que no hubieran tachos en el patio" recuerda Rosmery.

"Desde hace dos bimestres, que comenzamos las charlas, casi todos llevan el plato al tacho. Los fiscales ambientales somos alumnos que apoyan alumnos. El hecho de que te lo diga un compañero es diferente a que te lo diga el profe, nos hacen más caso" explica Mirella. La experiencia también las ha ayudado a soltarse a la hora de hablar. "A mí me ayudaron a superar el miedo frente al público. Ahora sé que quien sabe, puede hablar de su tema. Me siento líder, tengo responsabilidades" explica Rosmery.

Proyecto hidropónico

Mientras tanto, en la I.E. Andrés Avelino Cáceres de El Agustino, el equipo de fiscales ambientales escolares ejercen su cargo con una novedosa labor: tienen sus propios cultivos hidropónicos (hacer crecer plantas en recipientes de agua). El taller no solo incluye a los diez fiscales, sino que diez chicos más se han sumado al proyecto, alentados por sus compañeros.

La profesora de Ciencia, Tecnología y Ambiente, Mery Huamán Mendoza, está a la cabeza del proyecto desde 2011. "Muchos cultivan con insecticidas y hasta usan agua de desagüe para regarlas. Nosotros cuidamos las plantas a nuestro modo, y salen más sanas" explica Nicol Vargas Infante (17).


Junto con la profesora, el equipo de fiscales selecciona el tipo de plantas que van a cultivar, arreglan los recipientes de agua, e incluso venden sus productos a otros alumnos y padres de familia. Con lo que logran vender en cada cosecha, financian su nueva producción. Por estos días, el equipo está cultivando Apio, lechuga, beterraga, fresa, rabanito, zanahoria, nabo y lechuga orgánica.

Todos los días supervisan sus plantas e incluso hay quienes se dan una vuelta por el colegio el domingo para chequear que todo vaya bien. "Cada uno tiene sus propias plantas. Así que cada una tiene nombre, papá, mamá y hasta padrinos" explica Jhoselin Jorge (14). Muchas de las alumnas han hecho sus propios cultivos hidropónicos en casa, y hasta han preparado ensaladas con sus propias verduras. "Tienen un sabor diferente a las del mercado" cuenta orgullosa Josselyn Tineo (15).

Las chicas esperan que para el próximo año, el grupo crezca y más alumnos se unan al taller.

Fiscales en su entorno

Están también aquellos que además de hacer propuestas para el interior del colegio, están buscando una forma de solucionar los problemas ambientales que los rodean. Este es el caso de las I.E. Ramiro Prialé y Toribio Rodríguez de Mendoza, ambos de El Agustino. Los colegios, ambos a cada lado de Vía Evitamiento, tienen fábricas procesadoras de cartón y metalúrgicas que afectan su día a día. Si bien la zona fue industrial antes que urbana, la actual convivencia en una misma zona de fábricas, casas y, cómo no, colegios, implica un problema. Por ello, los alumnos están buscando manifestar sus complicaciones a sus fiscales encargados para que hagan algo al respecto.

"El tóxico que suelta la fábrica nos hace daño. Todavía no hemos hecho una queja, pero nos preocupan las ronchas que nos salen. Los vecinos cuentan que de noche el humo de la fábrica es irritante, se pega en la ropa" dice Lesly Sánchez (15), del colegio Toribio Rodríguez de Mendoza.


Mientras tanto, los chicos del Ramiro Prialé están cansados de las vibraciones que producen las máquinas de la fábrica de cartones ubicada al lado de la escuela. "Nosotros quisiéramos que la fabrica se retire, y si no, o que al menos encuentren la manera de disminuir el humo y el ruido. Ya nos cansamos de que nos pique la garganta y la cara cuando las chimeneas comienzan a echar humo negro o rojo. Tenemos que cerrar las ventanas para poder estudiar" se queja Shessira Saavedra (16). El equipo de fiscales ambientales de su colegio planea reunir firmas de alumnos y padres de familia para que se tome alguna medida al respecto.

Si quieres saber más sobre el trabajo de los fiscales escolares ambientales, aquí te dejamos algunos enlaces.

Esos ojos verdes.- Página web de los fiscales escolares ambientales.
Vamos a la playa.- Galería de fotos de la limpieza de playas 2012.
Lomas limpias.- Excursión de los fiscales escolares ambientales a Lomas de Lachay en 2011.

CRÉDITOS
Texto y fotos: Tatiana Palla
Fuente: Perú Educa


Asociación de Comunicadores Escolares del Sur Peruano
ACESP-ONGD

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